Manejo de impactos ambientales generados por la minería

La Usach está liderando un proyecto para desarrollar una metodología que estabilice el material particulado generado por los relaves mineros, a través del uso conjunto de supresores de polvo y cubiertas vegetales con plantas autóctonas.

Fuente: mch.cl

Artículo elaborado por Claudia Ortiz C., Facultad de Química y Biología, Universidad de Santiago de Chile.

La Universidad de Santiago de Chile está desarrollando investigación tecnológica para el cierre ambiental de los relaves en la industria minera, tema trascendente a nivel nacional, si consideramos que, de acuerdo a información de Sernageomin, hoy se producen 1.400.000 ton/día de relaves, lo que implica que cada 36 horas se depositan en el país el equivalente a un cerro Santa Lucía de estos residuos.

Para 2035 se estima que Chile estaría produciendo alrededor de ocho millones de toneladas métricas de cobre, duplicando la generación de relaves en ese tiempo. Las regiones donde se localizarán los nuevos proyectos mineros –según la cartera de inversiones elaborada por Cochilco– son principalmente Antofagasta, Atacama, Tarapacá, Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins, y todos ellos deberán incluir en sus planes de cierre, la valorización de tecnologías que serán utilizadas para el proceso de cierre total o parcial de las actividades.

La Ley 20.551, que regula el cierre de faenas e instalaciones mineras, obliga a todas las empresas a valorizar un plan de cierre aprobado por el Sernageomin.  El objeto de dicho plan es la integración y ejecución del conjunto de medidas y acciones destinadas a mitigar los efectos que se derivan del desarrollo de la industria extractiva, en los lugares en que ésta se realice, de forma de asegurar la estabilidad física y química de los mismos, en conformidad con la normativa ambiental aplicable.

En tanto, el Roadmap Tecnológico de la Minería del Programa Alta Ley define núcleos que hacen referencia a todos aquellos ámbitos que, en el corazón del proceso minero, constituyen los desafíos más cruciales para la evolución de la industria. En el núcleo Relaves, el desafío Nº 2 corresponde a minimizar el impacto de las infiltraciones y asegurar la estabilidad de los depósitos. Una de las soluciones de mediano plazo propuestas para ello es el control de material particulado, mediante desarrollo de proyectos de I+D+i para el perfeccionamiento de tecnologías existentes, tales como fitoestabilizadores, supresores, biomejoradores de suelo, coberturas granulares, biosellado, entre otras.

Parche de plantas endémicas en Quebrada Sur, sector tranque de relaves Talabre de Chuquicamata, Región de Antofagasta. Fotografía: Claudia Ortiz, Usach.

El proyecto

Al analizar el tamaño de los depósitos de residuos, se puede ver que los más grandes a nivel mundial se encuentran en Chile, lo que en muchos casos hace inviable la aplicación de soluciones extranjeras. Se hace necesario, entonces, generar alternativas adecuadas a la realidad nacional para realizar su cierre.

La Universidad de Santiago asumió la pertinencia de este desafío y está liderando el proyecto de vanguardia, financiado por Fondef, “Desarrollo de una cobertura compuesta para el control de erosión eólica en depósitos de relave”. La propuesta desarrollará una metodología integrada para la estabilización del material particulado generado por los relaves mineros, a través del uso conjunto de supresores de polvo y cubiertas vegetales con plantas autóctonas.

Dado que la vegetación demora un tiempo en su desarrollo, los supresores de polvo ayudarán en la estabilidad de los depósitos mientras se logra el crecimiento de las plantas.

Impactos

Los impactos más importantes de los resultados del proyecto se verán reflejados en faenas mineras con depósitos de relaves ubicados entre las regiones de Tarapacá y del Maule, dado que la gran mayoría de los tranques se encuentra en esta zona del país.

La propuesta satisface las necesidades de las empresas para evaluar soluciones que permitan, en el largo plazo, presentar planes de cierre de faenas que sean factibles de implementar y que, finalmente, posibiliten la rehabilitación de los entornos intervenidos, ya que los sistemas biológicos mejoran las condiciones de suelo y del sustrato.

Además, el servicio puede ser utilizado para mitigar los efectos de la erosión eólica y dispersión de material particulado en zonas saturadas.

En esta investigación participan, como institución coejecutora, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y, como socios, VialCorp S.A. y la Fundación Tecnológica para la Minería, de Sonami.

Las pruebas piloto se realizarán en terrenos de la Sociedad Minera Nueva Pudahuel en la Región Metropolitana. El proyecto se desarrollará entre 2017 y 2019.